Esta estrategia para apostar mediante la cual se asegura o cubre la apuesta deportiva realizada consiste en hacer inicialmente una apuesta para posteriormente, una vez que el evento deportivo ha empezado y varíen las cuotas, se realice una nueva apuesta que nos asegure beneficios independientemente del resultado final o, cuando menos, nos permita minimizar las pérdidas.
La apuesta que realicemos inicialmente debe hacerse apostando por el resultado que pensemos que tiene más posibilidades de producirse en un primer momento, aunque este no tiene porque ser el resultado final más probable. Para explicar esta forma de apostar lo mejor es hacerlo utilizando una apuesta sobre el resultado de un partido de fútbol. Inicialmente deberemos apostar por el equipo que pensamos que va a marcar en primer lugar.
Esta primera apuesta la podremos realizar en cualquier casa de apuestas, pero las apuestas posteriores deben realizarse en un sitio de apuestas que permita apostar en eventos comenzados.
En nuestro ejemplo supondremos que se enfrentan las selecciones de Inglaterra y España. Nuestra apuesta inicial se basará en el supuesto de que los primeros en marcar serán los españoles (resultado “2”) y que cuando España marque las cuotas de los resultados “1” y “X” subirán.
También supondremos que en el momento inicial la victoria de España se paga a 1,8 euros y apostamos 50 euros por dicho resultado.
Posteriormente nuestra predicción inicial se cumple y España marca un gol reajustándose las cuotas de los resultados “1” y “X”. Aquí debemos ser conscientes de que la cuota de nuestra apuesta inicial no varía y permanecerá fija hasta el final del encuentro.
En el momento en que España mete el gol las nuevas cuotas se ajustan de manera que la victoria de Inglaterra (“1”) se paga a 10 euros y que el empate (“X”) se paga a 3,8 euros. Con estas cuotas podremos realizar una apuesta que nos asegure beneficios.
Para calcular el valor de las apuestas supondremos que apostamos A euros por la victoria de Inglaterra y B euros por el empate, de manera que nuestro beneficio será:
Beneficio victoria España = 50x1,8 – (50+A+B)
Beneficio victoria Inglaterra = Ax10 – (50+A+B)
Beneficio empate = Bx3,8 – (50+A+B)
Resolviendo la ecuación para hacer que el beneficio sea aproximadamente el mismo en todos los casos, obtenemos que por la victoria de Inglaterra deberemos apostar 9 euros y por el empate 23,5 euros. En este supuesto el beneficio por la victoria de España o por la victoria de Inglaterra es de 7,5 euros, y el beneficio por el empate es de 6,8 euros.
Apostado de esta forma estaremos seguros de que siempre vamos a obtener un beneficio por nuestra apuesta. Si bien es cierto que el resultado final puede acabar siendo “2” (victoria de España) y terminemos ganando menos dinero, sin embargo nos estaremos asegurando siempre un beneficio mínimo sea cual sea el resultado.
Otra opción que podemos plantearnos es decidir sólo ganar dinero por la victoria de España y ni ganar ni perder si se produce un empate o la victoria de Inglaterra. En este caso deberemos resolver la siguiente ecuación:
Ax10 – (50+A+B) = 0
Bx3,8 – (50+A+B) = 0
En este supuesto los valores redondeados de las apuestas A y B serían, 5,75 euros por la victoria de Inglaterra y 20,5 euros por el empate. De esta manera si finalmente la victoria es para España, nuestro beneficio será de 13,75 euros.
Por otro lado, si finalmente se retrasa el gol de España, la cuota del resultado de empate irá aumentando progresivamente, por lo que también podremos jugar con las nuevas cuotas para asegurar beneficios.
Y si por cualquier causa fuera Inglaterra la que marcase, ya sólo podremos jugar con las apuestas para minimizar las pérdidas.
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