Esta estrategia para apostar mediante la cual se asegura o cubre la apuesta deportiva realizada consiste en hacer inicialmente una apuesta para posteriormente, una vez que el evento deportivo ha empezado y varíen las cuotas, se realice una nueva apuesta que nos asegure beneficios independientemente del resultado final o, cuando menos, nos permita minimizar las pérdidas.
La apuesta que realicemos inicialmente debe hacerse apostando por el resultado que pensemos que tiene más posibilidades de producirse en un primer momento, aunque este no tiene porque ser el resultado final más probable. Para explicar esta forma de apostar lo mejor es hacerlo utilizando una apuesta sobre el resultado de un partido de fútbol. Inicialmente deberemos apostar por el equipo que pensamos que va a marcar en primer lugar.